Me encanta el trabajo de Malika Fravre, ya os hablé de ella en esta entrada. Me fascina como juega con los espacios en negativo, su paleta de colores y las rayas. Su visión del mundo está llena de color y humor. En esta ocasión ha hecho una animación para Sephora Francia, espero que la disfrutéis.
Bueno. No. Tampoco es eso. Pero sí que se los compra. Supongo que para ser una estrella mundial necesitas haber adoptado (comprado) algún niño. Menos Chuck Norris. Él los fabrica.
Nunca me han gustado las personas que van a cualquier país subdesarrollado a «ayudar», siendo su objetivo principal más bien un viaje al centro de su ego. Como cuando actualizas tu perfil de Linkedin, vamos. Angelina Jolie es un claro ejemplo de estos viajes egocéntricos. Angelina, que según Forbes gana al año la módica cantidad de 18 millones de dólares, es regular en ir al supermercado en países como el Congo a buscar negritos afortunados que pasarán a engrosar su gruesa nómina de adoptados. Parece que para ella es un vicio la adopción. Míralo por el lado positivo: ella adopta todos esos niños que parejas normales no pueden permitirse. Así estas parejas pueden dedicarse a cosas más productivas, como la burocracia que conlleva la adopción o el estrés. No es culpa de Angelina que sois unos losers que no tenéis ni para compraros un niño. Centraros en pagar la hipoteca que eso está mejor.
TIME le ha hecho un reportaje a la sujeto con sus highlights de su humanitarian career. Lo iban a hacer de sus películas pero ahí habían pocos momentos destacables. Permitidme que os las comente:
«Huele mi perfume de 3.000$»
«Creo que tiene fiebre»
«Puta loser. Gano en 1 minuto lo que tú en toda tu vida»
«¿Es aquí donde se recoge la coca que nos esnifamos en las galas?»
«Llevo buena mierda para la gala de los globos de oro»
«Vaya rollo me está contando el notas este»
«El que se porte mejor me lo compro»
«Tenía los huevos así de tanto tocarse mirando fotos tuyas»
«Perfecto outfit para cuando Brad Pitt se entere de que le he puesto los cuernos con un Paki»
«Tomando apuntes para trazar un mapa de conceptos que me importan una mierda»
«Joder señora, cómo le canta el pozo ¿no? Joder señora, que no, que no le compro un piso en Torrevieja»
«Me gusta ésta. Me la llevo. ¿Dónde está la caja? ¿Me la podéis envolver con papel de regalo?»
1. Chapuzas de amor de Jaime Hernández editado por La Cúpula. Jaime Hernández tiene personjes recurrentes en sus cómics, pero que te enganchas igual hayas leído o no sus obras anteriores. Sus absolutas protagonistas son ellas, retrata diferentes tipos de mujeres, ninguna encasillada en estereotipos.
Los cómics son especiales por si solos, pero si además el autor les hace un dibujo y te lo dedica es un libro que se quedará para siempre en tu estantería. Pero imaginaos si el autor del libro ha sido uno de los profes más carismáticos que has tenido, ese libro adquiere emoción. ¿Qué más se puede pedir? Estás son la dos dedicatorias de Diego Olmos, ese profe que deja huella, en sus libros Goya y El Gabienete del Doctor Galigari. Los dos en blanco y negro, muy recomendables para perderse en sus historia y dibujos. Espero que los de las dedicatorias os tienten a leerlos.
Hemos fracasado. Hemos convertido el aprendizaje en una obligación ineludible que queremos que acabe cuanto antes. Una obligación que nos quita tiempo y nos resta recursos. Lo que debería ser la mejor etapa de nuestras vidas se ha convertido en algo que queremos que acabe cuanto antes por tedioso y repetitivo.
Viviendo mi primer embarazo no sufro náuseas ni malestares típicos, la cuál cosa hace difícil contestar a la constante pregunta de cómo estás. Sólo puedo decir que bien y las que ya han sido madres te dicen repetidamente qué suerte y te explican que en su embarazo tuvieron esto o aquello. Algunas, pocas, te dicen que como tú no sufrieron vómitos matutinos u otros y te sientes aliviada y menos bicho raro. También tengo que decir que es agradable que te pregunten como lo llevas y te den consejos más o menos útiles, lo que no me está gustando tanto es que el único tema de conversación conmigo sea mi barriga creciente. Tema que me interesa bastante, pero no que me monopolice. La única angustia matutina que sufro es ¿qué me pongo? Ya era complejo antes de estar embarazada, ahora que mi cuerpo cambia cada día se convierte en un tema de discusión constante conmigo misma, mi armario y mi espejo. Aquí tenéis algunos de los conjuntos con los que he conseguido sentirme realmente cómoda, combinando ropa premamá prestada, otra comprada y ropa de antes que aún me puedo poner. Me quedo con el playero, sólo camiseta y a caminar. 😉
Ha sido mi primera vez en las Jornadas comiqueras y qué decir, que soy feliz entre tanto artista tan cerquita de sus lectores. Después de leer un libro que te ha emocionado, poder tener a su creador delante tuyo creando al momento un pequeño dibujo para ti es una gran experiencia. Se han celebrado en la FNAC triangle de Barcelona, con unas colas muy bien organizadas con los asistentes más amables que me podría haber encontrado. Mi reciente estado de maternidad inspira una ternura y amabilidad que es de agradecer: me han ofrecido una silla, agua, pasarme por delante de otros en la cola… detalles que he rechazado un poco abrumada y divertida. Pura amabilidad, con estos detalles se hace más llevadero el embarazo.
Sentí una especie de anti-shock. Esperaba, después de la cantidad de años que han transcurrido desde mi última visita, que algo hubiera cambiado. Que tuviera ganas de volver a tener controlado cada rincón. Y lo que me encontré es que todo estaba como había sido. Sigue leyendo →