Segunda entrada del ejercicio de la asignatura Ta de las RRPP del Segundo Semestre del Grado en Publicidad y relaciones públicas en la ESRP.
2. Trabajando en la oscuridad
En el decálogo del perfecto profesional de Relaciones Públicas encontramos que éste debe ser empático, sencillo, dialogante, honesto, transparente, constante y, muy importante, humilde. Es el que trabaja detrás del escenario. No son los protagonistas, pero trabajan y procuran que este esté montado y que no haya problemas. Me gustaría utilizar como ejemplo de esto a Batman.
Bruce Wayne, empresario multimillonario y filántropo, fue testigo en su niñez de la muerte de sus padres. En ese momento juró venganza y se entretenó físicamente y mentalmente para combatir el crimen en su ciudad, Gotham. Hasta aquí posiblemente el lector no encuentra relación entre esto y la función de un buen relaciones públicas. Pero Bruce Wayne, o Batman, tiene un fiel escudero que trabaja mano a mano con él, que le ayuda en lo bueno y en lo malo y que le aconseja en los momentos de duda: Alfred Pennyworth.
Alfred empezó a trabajar para la familia Wayne desde que Bruce era pequeño. Cuando los padres de Bruce murieron asesinados, él asumió su crianza. Alfred no es solo el mayordomo, si no que también es su confidente, su guía, su ayudante. Critica lo que considera que no es correcto y aconseja qué hacer para ir por el camino correcto. Él no lucha contra el crimen en Gotham, pero contribuye de manera decisiva en la tarea, ya que Batman no podría patrullar sin la ayuda de Alfred, su ayuda en la sombra. Yendo más lejos: los ciudadanos de Gotham deberían agradecer la labor de Alfred, ya que éste ha salvado muchas vidas.
Lo mismo los profesionales de las R.R.P.P: trabajamos mano a mano con un sujeto importante en la sociedad, que necesita nuestra ayuda para poder aportar a la sociedad. Y ésta, no ve nuestra labor, pero somos parte importante. Somos los Alfred de las relaciones públicas.
DONTEMON 
