Bueno. No. Tampoco es eso. Pero sí que se los compra. Supongo que para ser una estrella mundial necesitas haber adoptado (comprado) algún niño. Menos Chuck Norris. Él los fabrica.
Nunca me han gustado las personas que van a cualquier país subdesarrollado a «ayudar», siendo su objetivo principal más bien un viaje al centro de su ego. Como cuando actualizas tu perfil de Linkedin, vamos. Angelina Jolie es un claro ejemplo de estos viajes egocéntricos. Angelina, que según Forbes gana al año la módica cantidad de 18 millones de dólares, es regular en ir al supermercado en países como el Congo a buscar negritos afortunados que pasarán a engrosar su gruesa nómina de adoptados. Parece que para ella es un vicio la adopción. Míralo por el lado positivo: ella adopta todos esos niños que parejas normales no pueden permitirse. Así estas parejas pueden dedicarse a cosas más productivas, como la burocracia que conlleva la adopción o el estrés. No es culpa de Angelina que sois unos losers que no tenéis ni para compraros un niño. Centraros en pagar la hipoteca que eso está mejor.
TIME le ha hecho un reportaje a la sujeto con sus highlights de su humanitarian career. Lo iban a hacer de sus películas pero ahí habían pocos momentos destacables. Permitidme que os las comente:
«Huele mi perfume de 3.000$»
«Creo que tiene fiebre»
«Puta loser. Gano en 1 minuto lo que tú en toda tu vida»
«¿Es aquí donde se recoge la coca que nos esnifamos en las galas?»
«Llevo buena mierda para la gala de los globos de oro»
«Vaya rollo me está contando el notas este»
«El que se porte mejor me lo compro»
«Tenía los huevos así de tanto tocarse mirando fotos tuyas»
«Perfecto outfit para cuando Brad Pitt se entere de que le he puesto los cuernos con un Paki»
«Tomando apuntes para trazar un mapa de conceptos que me importan una mierda»
«Joder señora, cómo le canta el pozo ¿no? Joder señora, que no, que no le compro un piso en Torrevieja»
«Me gusta ésta. Me la llevo. ¿Dónde está la caja? ¿Me la podéis envolver con papel de regalo?»