Hay veces en la vida que encuentras algo que te encanta, lo adoras, aunque sabes que no lo hagan otras personas o lo hagan muy pocas. Esto es más o menos lo que me pasa con esta serie. Buscando nuevas series que ver me llamó la atención el planteamiento de ésta. Lo veía diferente a lo que se suele ver en las programaciones de las televisiones. Y aunque al principio me costó darle continuidad, más o menos los 4 primeros capítulos, después fue un no parar, llegando a ver hasta 4 capítulos seguidos. Antes de seguir dejadme que explique un poco de qué va la serie.
La trama de la serie gira alrededor de Cathy Jamison (Laura Linney), a la cual le diagnostican un cáncer terminal. A partir de la noticia, decide darle un giro a su vida y disfrutar al máximo lo que parece ser sus últimos días, liberándose y dándole otro valor a la vida.
Y así pasa capítulo tras capítulos, viendo como una persona decide vivir su vida al máximo, darse todas las alegrías que antes no ha podido darse, y disfrutar de todo lo que antes le había sido prohibido. Esto abre una reflexión en mi. ¿Por qué esperamos a que nos digan que vamos a morir en un corto plazo para que empecemos a disfrutar de la vida? ¿Por qué necesitamos que nos digan que en un tiempo perderemos algo para empezar a disfrutarlo? ¿Por qué cuando perdemos algo lo valoramos como no hicimos cuando lo teníamos? Mientras disfrutamos de algo sin saber la fecha de caducidad tendemos a infravalorarlo, a olvidarnos de su valor.
Y cuando se trata de lo más importante que tenemos, nuestra vida, o la de los seres queridos, debemos ser conscientes de que todo lo que no se haga durante ésta nunca más podremos hacerlo.